Hoy en día, hay un elemento en el fútbol que es tan importante como la calidad técnica, la capacidad física, la velocidad de mente y el corazón que pueda tener un jugador y un equipo.
Ese elemento es la parte táctica del juego, que a su vez se rige por la forma en la que un equipo se pare en el campo y en los ajustes que pueda hacer dadas las fortalezas y las debilidades del rival.
Ese “parado” de una oncena es lo que se conoce como “formación”, que viene siendo la representación física de la manera en la que un entrenador prepara un partido.
Primeras formaciones
El 1-1-8 del Bolton
Hasta el año 1881, los futbolistas se limitaban a correr todos detrás del balón esperando meterlo dentro de la portería contraria. En ese año, el Bolton Wanderers de Inglaterra implementó lo que sería el primer antecedente de una “formación” en un juego de fútbol: el 1-1-8.
Tratando de sacar alguna ventaja con respecto a sus rivales, este club inglés diseñó un plan para dejar un hombre en defensa, uno en la mitad del campo y ocho delanteros que buscaban a como diera lugar anidar los tantos necesarios para lograr la victoria.
El 1-2-7 del Aston Villa
A medida que pasaron los años, el fútbol se fue tornando más y más defensivo. Sólo tres años desde la innovación del Bolton, el Aston Villa (equipo con base en la ciudad de Birmingham) “bajó” a un punta para “poblar” más el mediocampo. Así, quedó un defensa, dos volantes y siete atacantes.
El 2-3-5 del Blackburn
El Blackburn Rovers, también del Reino Unidos, implementó poco después una formación que sería protagonista por los menos hasta los primeros dos mundiales: el 2-3-5.
Las innovaciones tácticas que fueron surgiendo siguieron el patrón de sacrificar delanteros por reforzar las otras líneas del campo. En esta ocasión fueron dos los arietes que “bajaron” de posición: uno a la defensa y otro al centro del terreno.
La “WM”: Johnny Hunter y Herbert Chapman
El escocés Johnny Hunter, manager del Motherwell, fue el inventor de esta táctica que para su momento supuso grandes victorias para varios conjuntos, entre ellos el Arsenal del inglés Herbert Chapman.
Como explica Eduardo Arias en su publicación “El Libro del Mundial”, el sistema se creó para contrarrestar la nueva ley del offside, que permitía que un jugador tuviera dos y no tres rivales entre él y el arco para estar habilitado.
Esta formación se podía representar numéricamente como un 3-2-2-3, con tres zagueros, tres puntas y un “cuadrado mágico” en la mitad de la cancha que enlazaba la defensa con el ataque.
Tanto se popularizó en los años 30 y 40, que cuando dos equipos lo utilizaban se observaban juegos muy estáticos. Chapman le dio soltura a los tres atacantes abiertos para hacer diagonales al área, siempre y cuando los volantes y defensas subieran ocasionalmente a fortalecer el movimiento ofensivo.
El “cerrojo suizo” de Karl Rappan
El austríaco Karl Rappan (con gran parte de su carrera cubierta en Suiza) ve la necesidad, aún en la década de los 30 de hacer aún más fuerte la defensa en sus escuadras. Así, dejó a tres en el fondo más un jugador libre para “cubrir” las equivocaciones del trío antes mencionados. En el medio habrían dos jugadores y adelante cuatro.
Este sistema duró hasta el mundial de Chile 1962 y es predecesor del “catenaccio” italiano y el “hormigón” alemán.
El “hormigón”
El nacimiento del hormigón se calcula para los años 40. Se mantiene la figura del líbero para “barrer” pelotas que se filtren de los tres zagueros, pero se baja a un delantero a la zona media para formar un 1-3-3-3.
El 4-2-4 de la “Hungría Magiar”
Una variación del cerrojo suizo. Los que hicieron mejor trabajo poniendo en práctica este novedoso sistema fueron los húngaros en los años 50. Con el 4-2-4 ganaron las Olimpíadas de 1952, protagonizaron una sonada victoria 6-3 ante Inglaterra en Wembley en 1953 y llegaron “galopando” a la final del Mundial del 54 en Suiza.
Allí, aunque perdieron ante Alemania Federal en la final, el mundo entero se enteró del poderío de la “Hungría Magiar”, esa de Puskas, Kocsis, Hidekguti, Czibor y compañía. Los europeos terminarían el mundial con 27 goles a favor y 10 en contra.
El “catenaccio” de Helenio Herrera
Entre finales de los 50 y principios de los 60 se popularizó el “catenaccio”, practicado por décadas en el mundo del balompié. Se atribuye su invención a Helenio Herrera, quien lo aplicó con éxito en el Inter de Milán.
El “catenaccio” mantuvo el líbero del cerrojo y el hormigón, pero no serían tres zagueros sino cuatro, para marcar hombre a hombre a los cuatro delanteros del 4-2-4.
En la mitad de la cancha había tres jugadores y adelante sólo dos, aunque estas figuras podían variar.
Tácticas modernas
El 4-3-3 de Brasil
La “canarinha”, que venía utilizando el 4-2-4 en los 50, colocó más abajo a uno de los cuatro atacantes para hacer un 4-3-3. Allí, la función de cada jugador en el césped se delimitó mucho más: los centrales también tenían responsabilidades de líbero, los laterales debían sumarse al ataque.
En la mitad de la cancha había un volante recuperador, uno armador y uno mixto, todos en línea de tres. Adelante había un delantero centro y dos extremos o punteros. El Brasil de Didí, Zagallo, Zito y compañía le dieorn brillo a esta formación.
El 4-4-2 y Alf Ramsey
Rumbo al mundial de México 1970, Alf Ramsey ideó lo que sería el antecesor del fútbol total: el 4-4-2, que es, a su vez, el sistema más utilizado en la actualidad.
Para tener éxito en este esquema, los jugadores de Ramsey debían estar físicamente al tope, ya que requería un largo recorrido debido a las responsabilidades compartidas de defensa y ataque de los jugadores.
Variantes del 4-4-2
*El 4-1-2-1-2
Para ocupar más espacios del campo de manera eficiente se implementó la figura del “rombo” en el mediocampo: un recuperador fijo, dos volantes abiertos por los costados y un organizador o “10″, siempre con dos hombres en punta.
*El 4-3-1-2 y 4-1-3-2
Si se buscaba mayor volumen ofensivo, se podía colocar tres volante defensivos y uno ofensivo. Si el caso era el contrario, podían ser tres los mediocampistas de ataque y uno solo el de corte.
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El 3-4-3 y el 3-5-2
La Argentina de Bilardo, en 1986, y el Brasil de Luiz Felipe Scolari, en el 2002, usaron tres jugadores en el fondo y dos “carrileros”, llamados así porque en su recorrido debían ocupar toda la banda en labores de defensa y ataque.
Ambos entrenadores levantaron la Copa del Mundo en sus respectivos torneos.
El 4-2-3-1
Esquema muy popular desde el año 2000 hasta nuestros días. Utilizado de muy buena manera por Alemania y España en los últimos torneos mundiales, se mantiene la defensa de cuatro con dos volantes mixtos. Más adelante hay un armador o mediapunta, y en la misma línea dos extremos con responsabilidades de apoyar la labor del delantero centro, que a su vez está encargado de pivotear y aguantar el balón en búsqueda de la llegada de los mencionados hombres de banda.