Luego de ver a la selección nacional sub-20 fracasar en su intento por acceder al hexagonal final del Suramericano, no queda más que analizar las razones de la debacle. La Vinotinto con empatar tenía tres cuartos del pase asegurado, pero tras un gol en las postrimerías del primer tiempo, el ánimo del equipo se vino abajo y nunca pudo responder. Si bien los muchachos lo dejaron todo en la cancha, estos fueron los principales fallos:
Disciplina táctica: A lo largo de todo el torneo, la Venezuela de Marcos Mathías en general mostró un buen parado en la cancha, pero en varias ocasiones dejaron absolutamente solos a los atacantes o completamente desguarnecida una banda. En una ocasión, un volante argentino quedó totalmente desmarcado tras un saque de banda desde la derecha, lo que desnuda terribles fallas de comunicación en la zaga.
También los relevos deben mejorar. Cuando los artilleros superan a los laterales y van en trayectoria hacia el arco por la raya final, el defensor central debe salir a su paso para tratar de evitar el servicio al corazón del área. En ese caso, otro jugador (preferiblemente el volante de contención) debe cubrir el puesto del zaguero central. En varias oportunidades vimos que este tipo de jugadas le hicieron mucho daño a la selección.
Capacidad técnica: uno de los aspectos más importantes. Salvo algunas excepciones (encabezadas por Yohandry Orozco), el futbolista juvenil venezolano demostró una técnica rudimentaria, que a su vez se traduce en problemas para definir frente al arco (explicado más adelante). La técnica se puede apreciar en la precisión y potencia de los pases, en la capacidad para controlar un pase de manera satisfactoria, en la manera de bajar un balón, en los disparos al arco, en los centros y en prácticamente todo lo que se hace con la pelota en el campo.
El error en la entrega de la pelota del central Jhon Chancellor con la cabeza al portero Eduardo Lima en el juego contra Argentina también puede ser achacado a la pobre técnica. En la medida que la práctica se haga constante, el trato del balón mejorará.
Marcaje: En el segundo y el tercer gol de Chile se pudo observar que la marca fue débil, sobre todo en el último. Chancellor prácticamente toreó al delantero chileno que venía en trayectoria recta al arco. Los laterales dieron muchísimas libertades a lo largo del torneo, tanto así que peruanos y chilenos bombardearon de centros el área durante todo el partido.
Tranquilidad para definir: un síntoma de poco nivel técnico. Los goles que los delanteros venezolanos fallaron de cara al arco son innumerables, y entre los principales protagonistas estuvieron Alexander González, Daniel Febles y José Reyes. Un gran porcentaje de las veces los tiros salieron altísimos, lo que nos deja como conclusión que el futbolista venezolano en general sigue pensando que la posibilidad de gol aumenta si se le imprime más potencia a los disparos. La precisión y la tranquilidad, en realidad, son las características más necesarias para saber definir.
Salida y distribución en mitad de cancha: cuando Venezuela recuperaba la pelota en mitad de cancha se notaba que costaba tomar una decisión sobre qué hacer después. No había una salida limpia y clara que le diera más orden y criterio para armar una jugada desde atrás, por lo que se pecó del pelotazo y se notó una grave separación entre las líneas.
Resistencia física: muchos de los errores individuales, de marca y hasta de concentración pueden ser responsabilizados a la falta de piernas y pulmones en esos 15 o 20 minutos finales. Si Venezuela quiere competir con los grandes debe reforzar la preparación física, para poder correr en esas instancias de cada partido y que las piernas no pesen lo suficiente como para evitar que un gol cantado entre o que una marca uno a uno se escape tan fácilmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario