Jhonattan Vegas puede dormir tranquilo. Hoy, tras años y años de lucha constante ante las adversidades que resultaron de practicar un deporte considerado elitista por algunos, es campeón de un torneo profesional del calendario del PGA Tour. Sí, aún dos días después de su hazaña en el Bob Hope Classic, de la tarjeta final de 27 bajo par, de los 33 golpes, del drama del hoyo 18 del domingo y de los dos extra, Vegas disfruta del éxito y saborea el apoyo de toda una nación que nunca lo dejó solo.
«Señoras y señores los quiero mucho. Quiero celebrar esta victoria con ustedes, gracias por todo su apoyo. Se les quiere», escribió en su cuenta oficial de twitter, @JhonattanVegas, una que, desde el domingo hasta hoy (y probablemente mucho tiempo más) estuvo repleta de mensajes de felicitación.
Inicios humildes
El de Maturín, estado Monagas, nació hace 26 años y comenzó a jugar golf, según él mismo cuenta, en un campo petrolero del oriente del país llamado Morichal. Un palo de escoba y una piedra eran sus instrumentos, ante las limitaciones de su familia para costear un deporte como el golf.
Siempre tuvo un andar destacado en las verdes praderas. Su mamá, cuando aún era un adolescente, dijo que Jhonattan era «un prodigio». Y no se equivocó. A los 16 años fue parte del equipo ganador de la Copa los Andes en Venezuela y a los 17 se adjudicó el campeonato Juvenil de Venezuela en Caracas.
Si hay una persona a la cual se le puede atribuir un gran porcentaje del éxito de la aún naciente carrera de Vegas es su profesor Franci Betancourt, quien trabajó con él desde su juventud. En agosto del 2002 se mudó con él a los Estados Unidos, cuando solo tenía 17 años. Gracias a una beca para estudiar en la Universidad de Texas se graduó de kinesiólogo, pero siempre atendiendo a su más grande pasión: el golf. A los 18 ganaría su primer torneo.
El día de su vida
Este domingo, con la presión constante de los estadounidenses Gary Woodland y Bill Haas, campeón defensor de paso, Vegas sobrevivió un mal tiro de salida para llevarse la competición en el segundo hoyo del desempate.
«Esto es un hecho realidad. Es algo con lo que tú sueñas pero tienes que hacer que pase», señaló el campeón, que se embolsilló 900000 dólares por su victoria y subió hasta al puesto 86 del ranquin de la PGA.
«Esto es un hecho realidad. Es algo con lo que tú sueñas pero tienes que hacer que pase», señaló el campeón, que se embolsilló 900000 dólares por su victoria y subió hasta al puesto 86 del ranquin de la PGA.
Con la celebrada ganancia, el venezolano logra su boleto para el Masters, quizá el torneo más famoso y seguido de todo el deporte, que se celebra en el mes de abril. El Farmers Insurance Open, en San Diego, Califoria, será la próxima cita del oriental. En ese torneo también participará un personaje que quizá muchos conozcan: Tiger Woods.
«Espero que esto signifique mucho para mi país. Espero que la mentalidad de algunas personas sobre el deporte cambie. Tuve que luchar para llegar a donde estoy. Soy un luchador, y si me pongo una meta por delante de mí, voy a morir para intentar llegar, a luchar duro para lograr lo que me propuse», señaló.
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