La temporada 2010-2011 no se ha desarrollado para Greivis Vásquez como él lo esperaba. En liga de verano, una lesión en su tobillo lo mantuvo marginado de las canchas por varias semanas, tanto así que tuvo que ausentarse de muchas de las prácticas y su ausencia de los tabloncillos se ha extendido hasta el día de hoy, viendo acción en solo dos encuentros con los Grizzlies de Memphis.
Si bien es cierto que con su tobillo lastimado se le hizo difícil impresionar a los coaches y a su entrenador Lionel Hollins, ya se ha pronunciado sano y aún no lo ha logrado. De los integrantes del roster de Memphis, Vásquez es el que menos minutos por partido recibe, con sólo 1,5.
El base-armador, graduado en la Universidad de Maryland, no ha lanzado al aro, no ha tomado un rebote ni hecho una asistencia. Solo una falta reposa en los anales del cuadro estadístico de su carrera en la liga de los gigantes.
Y es que Mike Conley, quien hace un par de años fuera drafteado como el «piloto del futuro», por fin parece haber alcanzado el nivel para cumplir tal promesa. Acie Law fue adquirido de Atlanta, OJ Mayo, escolta, tiene también responsabilidades en el manejo del balón y en el tiro exterior, los dos principales fuertes de Greivis, y Xavier Henry, tomado también en la primera vuelta (en el lugar 12, 16 puestos antes que el criollo), ha jugado 15 minutos por encuentro.
Por si fuera poco, Tony Allen también fue firmado por el equipo de Memphis, un conjunto que parece preferir las capacidades atléticas y la explosividad física en vez de la inteligencia basquetbolística y el tiro exterior de jugadores del corte de Greivis. Si de algo carece el venezolano, es de esa velocidad y rapidez de movimientos que tienen sus compañeros antes mencionados.
Por los momentos, la paciencia sola probablemente no alcanzaría. Vásquez tiene que aprender todo lo que pueda de Damon Stoudamire, quien ha sido una especie de mentor para él, y reflejar los conocimientos adquiridos en las prácticas y en los pocos minutos que pueda ver en cancha, para que éstos paulatinamente vayan creciendo. Mucho trabajo le queda por delante al nativo de Caracas, quien ha demostrado que tiene el talento para al menos establecerse en la rotación.
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