Muchos criticaron a Manny Pacquiao, no solo por su decisión de pelear contra Antonio Margarito (un púgil que muchos consideraban como muy inferior), sino por haber accedido a subir de peso para entrar en su categoría.
A sabiendas de que su rapidez es de otro mundo y de que no perdería mucho de ella subiendo algunas libras, aceptó el reto. Y vaya que lo cumplió.
El filipino destrozó en decisión unánime a un Antonio Margarito que si bien demostró el corazón del que hacen alarde los peleadores mexicanos al no caer noqueado sufriendo semejante paliza, no mostró absolutamente nada ante Pacquiao.
Castigo sin respuesta
Lo cierto es que Pacquiao fue el mismo de siempre. Con sus combinaciones llegó a conectar hasta seis golpes consecutivos en la humanidad del «Tornado de Tijuana» sin respuesta alguna, cerrándole el ojo apenas en el cuarto asalto.
Hubo momentos en los que el diputado filipino cayó en situaciones de peligro, específicamente al ser acorralado contra los cuerdas por Margarito. No obstante, el mexicano no pudo sacar partido de estas circunstancias, y Pacquiao se salía sin nigún problema. Todos los rounds fueron para el ahora ocho veces campeón mundial en el mismo número de categorías.
Las causas de la derrota
Margarito presentó una defensa muy débil. Su guardia fue traspasada por las rápidas ráfagas que salían de los puños de Pacquiao en un sinnúmero de ocasiones, lo que a la larga influyó grandemente en la contienda. Al estar cortado, ensangrentado y con un ojo cerrado, Margarito no tuvo respuestas ante la estrategia de su contrario. Sus golpes, aquellos que se presumía eran fortísimos, no le hicieron un rasguño en el rostro a «Pac-Man», quien en más de una ocasión hizo gestos para que se detuviera la pelea.
«Fue una pelea dura. Tuve que hacer mi mejor boxeo para ganar. Es realmente un hombre muy fuerte. No puedo creer que haya aguantado tanto», dijo el ahora campeón del peso superwelter a los micrófonos luego de la pelea.
«Soy mexicano y peleo hasta el final siempre», dijo al terminar la justa un maltratado Margarito. «Le dije al réferi, 'Mira sus ojos, mira sus cortes', pero no hizo nada. No quiero dañarlo permanentemente. Esto no es boxeo», expresó por su lado Pacquiao en la entrevista tras el careo.
¿Mayweather?
Con respecto a una posible pelea con Floyd Mayweather Jr, el atleta-político filipino afirmó que estaba igualmente contento si la pelea se daba o no. «Pienso que lo he probado todo en el boxeo y no me queda nada por demostrar, así que si peleamos bien, y si no, pues también», indicó.
Margarito fue directamente al hospital para curar sus heridas y su ojo inflamado. Con este triunfo, Pacquiao llegó a 52 victorias, 38 por nocáut, tres derrotas y dos empates, mientras Margarito queda en 38-7.
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